#EMPATEA: CONCIENCIACIÓN Y EMPATÍA
AUTISMO
Hoy, 2 de abril, es el día mundial de Concienciación sobre el Autismo. ¿Y qué es el autismo? De forma resumida, es un trastorno neurológico que afecta a la conducta, flexibilidad de pensamiento y comunicación y por tanto a la interacción social.
Podría decir muchas cosas sobre el Autismo o TEA (Trastorno del Espectro Autista): de la alteración sensorial (porque les puede molestar los sonidos altos, la multitud o la luz brillante), de que es un espectro y eso quiere decir que no hay una persona TEA igual por los diferentes grados y características, de la forma de aprender, completamente diferente, mucho más visual y compleja, de la importancia de las rutinas,… Pero esa no es mi intención, tampoco contarte mi historia, la mamá de un niño diagnosticado con TEA con nuestras dificultades de cada día o de lo maravilloso que es mi hijo en su diversidad.
QUÉ ESTÁ PASANDO
Hoy quiero que tomemos conciencia de lo que está pasando. Estamos en cuarentena, encerrados en casa, alejados de nuestras rutinas y limitados en nuestras actividades y relaciones sociales. La teoría y lo que nos repetimos unos a otros es que hay que adaptarse y, sobre todo, ser muy tolerantes.
Esa es la teoría pero también es verdad que aún hay una minoría de personas que no lo ve así y nos estamos encontrando con noticias de familias o personas que son insultadas desde los balcones o puertas al salir a la calle, no pensamos en las razones y prejuzgamos. No nos paramos a pensar en que esa persona puede trabajar como sanitario o cualquier otro de los trabajos esenciales en esta crisis, en que esa persona que va con un/a niño/a a pasear a su mascota o a comprar es porque no lo puede dejar solo en casa (porque su pareja trabaje, porque estén solos, porque haya alguien enferm@ en casa,…) o en que a la persona que acompaña sea un niño o un adulto que necesite salir a la calle por razones de salud.
Este es el caso de las personas con autismo, necesitan salir para regular su ansiedad, las alteraciones de conducta,… Sus cuidadores son los que deciden si es necesario, cómo y cuándo. Nadie debería opinar sin saber, las claves son la tolerancia y la empatía.
TOLERANCIA
Debemos ser tolerantes con lo que no sabemos o conocemos, no prejuzgar, tomar conciencia de que existen muchas realidades diferentes a la nuestra. El individuo, en general, tiende a exigir que la sociedad sea más con él y todo lo que esté fuera de esa supuesta normalidad le va a molestar y no lo va a aceptar.
Esto es un gran error, los que han elegido vivir a contra corriente merecen nuestro respeto, pero sobre todo, las personas que están fuera de esa supuesta “normalidad” de forma impuesta, no por elección propia, ya sea por una condición, trastorno o características especiales. Esto sirve para todo, Síndrome de Down, enfermedades raras, diversidad funcional y especialmente para esa diversidad no visible, como el autismo, cuyo principal problema es que no se percibe a primera vista porque no es algo físico.
EMPATÍA
Pero el desconocimiento no justifica la falta de empatía. Imaginad esta situación: un niño con rabieta tirado en el suelo, más típico imposible. Comienzan las miradas inquisitivas que no ayudan nada a la persona que tiene que gestionar esa rabieta. Dos reacciones distintas: reacción 1, el señor o señora que se queda mirando fijamente al niño y a comentar con mala cara con la persona que le acompaña; reacción 2, quien que se encuentra esta situación en medio de la calle y ve a la madre que no es capaz de levantar siquiera al niño del suelo y le ofrece ayuda.
No empeoremos la situación, no juzguemos. Solo con el ofrecimiento de ayuda, la mamá se sintió reconfortada. Un consejo, dirígete siempre al cuidador, igual que no le ofreces a un niño un caramelo sin preguntar por si es diabético, no le dices a un niño que no se grita o intentas consolarlo directamente sin saber qué ha provocado la rabieta.
VISIBILIDAD
Debemos comenzar a ver una misma verdad desde diferentes puntos de vista. Otro ejemplo, te encuentras en un bar con un parque de bolas fuera, los niños están entrando y saliendo dejando la puerta abierta y pides a una mamá que cierre la puerta; esta te dice que no puede, que la necesita abierta para su hijo. Uno, somos tolerantes y empáticos y no continuamos o por el contrario, entras en una batalla, porque tú tienes frío y no estás dispuesto ni a cambiarte de sitio o abrigarte, otra vez sin ponernos el lugar del otro. Imaginaos que es lo contrario, un papá os pide que cerréis un poco la puerta porque su niña está resfriada y no les gustaría irse para que su hermanito pueda disfrutar de un cumpleaños, aquí quizás al ser más tangible, sí nos pondríamos en su situación. La primera mamá no tendría por qué explicar que su hijo es autista, de sus dificultados ni ponerle un brazalete azul ni etiquetar a su hijo.
LA SOCIEDAD
Necesitamos una sociedad mucho más empática, esta es la mejor forma de batallar contra la ignorancia y el egoísmo. No sólo enseñar y educar a los niños, sino enseñar y educar a las sociedades y a cada uno de nosotros en cómo tratar a los demás. Especialmente a los niños, porque la infancia es uno de los eslabones más frágiles de la sociedad y más para aquellos que tienen un tipo de trastorno en el desarrollo o dificultad de aprendizaje, no sólo con TEA.
Existe una parte de desconocimiento, por eso hay un día mundial para concienciarnos, saber que existen estas particularidades y en qué consisten, existen diferentes realidades. Como he leído hace poco: “el autismo no es un mundo aparte, es parte de este mundo”.
Y para terminar os dejo el enlace a esta versión de “Resistiré” de Cadena 100 a favor de Cáritas, que se ha convertido no solo en un himno sino también en la canción favorita de mi niño en esta cuarentena, la pone a las 8 en punto, justo cuando salimos a aplaudir, la ha convertido en parte de su rutina. Y además, estaremos contribuyendo a los que más lo necesitan.
Esther Torés Mena.
Responsable de Marketing y Eventos en Pinsapo Publicidad.